lunes, 28 de julio de 2008

El Miedo


¿Por qué mi vida se construye con el miedo?
¿Siempre tendré una inquietud que no me permita ser feliz?
¿Acaso el miedo está celoso de la seguridad?
Porque cada vez que tengo la valentía suficiente para avanzar,
de continuar mí camino
se interpone y me nubla los ojos.
Coloca una espesa neblina,
una neblina tan escalofriante
como el silencio que separa
a dos personas que se aman.

Me envuelve y aprisiona
me gira y descontrola.

¿Cómo huyo de él?
¿Cómo lo arranco de mí ser?

¿Deberé enfrentarlo para que se esfume?
¿O será mejor evitarlo?

¡Eso haré!
Correré veloz
como nadie lo ha hecho.
Y cuando ya no pueda verlo en la distancia
continuaré por otro camino,
quizás no el que quería
pero el que me permite seguir

¡Eso es mejor!



¿O no?

Debería ir con la cabeza en alto
y decirle que se largue de mi vida,
que deje a mi alma en paz
y me permita tomar una decisión racional al problema.

Creo que aunque sea difícil es la única
forma de alejar esa perturbación imaginaria
y ¡crecer!

¡Si eso es lo que haré!

Pero cuando tenga la valentía suficiente.

Por el momento me esconderé en mi cama hasta

que el corazón decida ser libre.