miércoles, 28 de noviembre de 2007

Aprendizaje


Muchas veces nos hemos cuestionado ¿Por qué me pasa esto a mí? ¿Por qué no a otro?, y es compresible que no estemos acostumbrados a pasar por situaciones injustas, pero en vez de maldecir a la vida, deberíamos estar contentos por tener la oportunidad de aprender una lección, que no podemos aprender sin el empirismo, que nos ayudará a madurar y a crecer como persona. Es verdad que en la vida nos toca pasar por muchas cosas, algunas buenas, otras no tanto, y algunas definitivamente malas, pero al final todas son enseñanzas.
Además nadie es feliz toda su vida, porque las circunstancias nos impiden realizar nuestros anhelos, pero cuando logramos superar las barreras que obstruyen nuestro camino, pareciera que la alegría que nos inunda es la máxima y que todo lo que antes nos haya entristecido ya no es relevante.
Lo más importante es abrir nuestro baúl de buenos momentos y recordarlos cada vez que los extrañemos, y también abrir el baúl de los malos recuerdos, para sacar la lección de vida que aprendimos y enriquecernos mentalmente.
Por eso invito a todos los que no se sientan bien, y estén enojados con la vida a darse cuenta que nada es tan terrible de lo que parece, y que de lo malo siempre hay que sacar algo bueno, porque por algo ocurre.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Ira


¡Que difícil es ocultar el odio cuando circula ardientemente por las venas!
¡Que difícil es omitir la rabia cuando las cosas no resultan como lo planeamos!
¡Que difícil es decir: no te preocupes, yo me encargo, cuando lo único que queremos es que ayuden para que las cosas resulten perfectas!
¡Cuantos sentimientos hay que suprimir para evitar dañar a los demás, porque nuestras palabras son hirientes!
Innumerables son las veces en que debemos mordernos la lengua y callar el veneno que explota en nuestro interior
Pero ¿qué hacer cuando no podemos controlarlo? Cuando el deseo de expresar la amargura que oscurece nuestro ser, se hace más grande que la prudencia del callar
Es ahí, cuando nuestro don racional debe intervenir y apaciguar la aflicción que causa el odio, la desesperación y la impotencia en nuestras vidas.
Y a pesar de que aquella solución no se ve complicada, todos en algún momento nos dejamos llevar por el ser bestial de nuestro interior, cometiendo errores que muchas veces no se pueden remediar fácilmente y lo único que queda es enfrentar la situación provocada por nosotros mismos con mucha valentía, y con la cara bien en alto.
Quizás si nos enseñaran a ser más pasivos podríamos calmarnos cuando nos alteramos, de ese modo todo sería más armónico, pero ¿Cómo hacerlo? Si en nuestro entorno se promueve la agresividad, como en los programas de televisión, en donde gana el que mayor discusión de temas irrelevantes posea, las series animadas donde todos terminan destripados sin razón aparente, o las mismas desiciones entre los países, en donde la solución es eliminar al que está en contra de las ideologías políticas que les agradan.
Si seguimos así será casi imposible cambiar la forma de pensar de las personas e inhibir el odio que inunda los ojos de los más intolerantes.

viernes, 9 de noviembre de 2007

Simplemente amar


¿Qué raro sentirnos solos en un mundo lleno de personas?
No entiendo ¿por qué me embarga este sentimiento?
Hay tantas personas dispuestas a amar y a compartir los más bellos sentimientos con las personas que aprecian. Pero muchos se enceguecen el corazón y desprecian las intenciones de aquellos valientes que se sacan el escudo frente a la persona que aman para dar paso al pasaje más inolvidable de su vida.
Es verdad que muchas veces se sufre, que no todos están dispuestos a amar, que pareciera que el amor está hecho para sufrir, tanto nosotros, como para hacer sufrir a las personas que estimamos.
Pero ¿qué sería de la vida sin amor?, ¿acaso viviríamos en un planeta frío?, en donde nadie se atrevería a saludar a alguien por miedo a sufrir, ¿no es mejor lanzarse a esta travesía, que escapar toda la vida?
Si pensamos siempre en que no queremos que nos lastimen, estamos siendo muy egoístas, las personas que nos rodean dan todo por hacernos sentir bien, por vernos felices, por ver que cada día progresamos, ¿y qué damos nosotros a cambio?, frialdad, indiferencia, crueldad, y todo lo que se nos plazca para hacer sentir mal a aquellos interesados en compartir con nosotros.
Sinceramente debemos actuar con la razón y no con el corazón para decidir en nuestra vida, pero muchas veces, aquellas en que nos guiamos razonalmente, ignoramos lo que nuestros sentimientos nos piden y oprimimos en nuestro pecho toda alegría posible a realizarse por cobardía.
Debemos dar paso al amor, para iluminar nuestro camino y así encontrar en conjunto la paz y armonía que necesitamos para hacer la vida más placentera, sin olvidar que en este mundo no estamos solos, por lo tanto debemos compartir con los que nos rodean sin miedo.
No olviden nunca decir cuanto aman a los que aprecien en verdad, porque nunca se sabe cuando será la última vez que se lo puedan decir y además un TE QUIERO alegra el día a cualquiera y con mayor razón en un mal día, que es cuando más lo necesitamos.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

El remedio al estrés y depresión


¿Qué opinan? Sobre la epidemia que hay en nuestra sociedad, me refiero a la depresión y el estrés, que han convertido al mundo en la victima de un despiadado complot en contra del bienestar espiritual y mental de las personas.
El ambiente en que nos desarrollamos, cada vez se hace más tóxico y asfixiante debido a la presión que las personas guardan, prefieren callar lo que los aqueja, abren su baúl para introducir una vez más, como siempre, sus problemas, sin solucionarlos, simplemente los ocultan y dejan que estos comiencen a atormentarlos, ya que la evasión a lo único que los lleva es al agotamiento mental y a un transe, el cual muchos son incapaces de superar, incluso algunos no pueden escapar y se ven afectados por los efectos negativos de la depresión y el estrés.
Al acumular toda esta tensión, comienzan a experimentar disgustos constantemente, y descargan su rabia en los demás, en aquellos que no tienen la culpa de los problemas que puedan tener, y estos al no comprenderlos se comportan de una manera extraña, y luego tienen problemas con otras personas y así sucesivamente, sigue la cadena anímicamente inestable, en donde las malas energías van fluyendo de eslabón en eslabón, siendo los últimos los más perjudicados.
Es increíble la cantidad de personas que se encuentran en malas condiciones mentales, y no me refiero a que estén locas, pero si a que se dirigen a ese estado si no revierten esta situación. Cuando las personas se quedan en la nube de irracionalidad y no logran superar los obstáculos, comienzan a hundirse y a pensar las cosas más desquiciadas, con la intención de salir del embrollo, que no los deja vivir tranquilos, lamentablemente muchas personas encuentran en la muerte el alivio a las aflicciones o en otras ideas igualmente de incomprensibles.
Los expertos en estos temas intentan ayudar a las personas que lo necesitan, como los sicólogos, siquiatras, etc. Pero la verdad es que no son ellos los que pueden ayudarnos, somos nosotros mismos, la fuerza de la voluntad, la mente, aquella que nos puede hacer daño es la misma que nos puede salvar, porque el cambio depende netamente de la disposición que tenga cada uno, pues aquel que realmente tenga deseos de solucionar sus problemas, debe simplemente relajarse para dejar que la solución correcta llegue a su mente y todo a su alrededor será paz y armonía, porque al entregar buenas vibras obtenemos lo mismo, es como un rayo reflejado, donde las energías se devuelven, por eso muchas veces encontramos la solución cuando estamos calmados y felices, y no cuando nos embarga la tristeza y desesperación.
Otra alternativa para vencer aquellos sentimientos desagradables, es refugiarse en la naturaleza, ya que ella nos entrega todos los elementos para sanarnos, pues su belleza incomparable armoniza nuestros sentidos, permitiendo la relajación y la circulación de pensamientos tranquilizantes. Pero la única forma de sanarse con la naturaleza es comprender la belleza que encontramos en su simplicidad, en aquellas cosas que humildemente nos ofrece. ¿Cómo no encontrar la paz al disfrutar de la montaña, de la playa, el campo, los ríos limpios, las flores, árboles, los animales, el universo, comenzar a cuestionarse las grandes incógnitas que han surgido de el, contemplar las estrellas, que se ven tan lejanas, pero para los que de ellas disfrutan, pareciera que estas bajan a sus manos para conectarlos con las personas que aprecian.
En fin, la lección es aprender a relajarse, para estar felices nosotros mismos y los que nos rodean.

lunes, 5 de noviembre de 2007

El triunfo de los sabios


Pensar en que mañana será un día mejor es lo que todos deberíamos hacer,
Pero ¿Por qué no lo hacemos?, ¿acaso estamos tan acostumbrados a vivir entre tanta miseria e infelicidad que no podemos aspirar a un futuro mejor?
¿No sería más fácil simplemente morir y dejar de intentar continuar?
Si después de muchos pasos pudieses avanzar en vez de seguir en la partida.
Si el esfuerzo entregado en cada cosa tuviese frutos inmediatos que te incentivarán a continuar.
Si las personas comprendieran lo importante que es la solidaridad entre nosotros, la solidaridad en general, el compartir los sentimientos, el tiempo, el cariño, la sabiduría, todo lo que los demás requieran, para sentirse bien y crecer.
Si todos nos apoyáramos unos con otros en vez de esperar ansiosamente la caída del enemigo.
Si regaláramos continuamente una sonrisa a aquel que lo necesitara, para alegrar su día y hacerlo comprender que nada es tan terrible a lo que parece.
Si nos respetáramos entre la diversidad humana existente.
Si no recurriéramos al odio cada vez que nos molestaran los ideales de otros.
Si descargáramos nuestra ira en nosotros mismos y no en el más débil.
Si aprendiéramos a ser personas y no animales irracionales.
Si tan solo hubiese alguien que siempre te acompañara y te escuchara cuando lo necesitaras.
Si alguien se diera el tiempo para compartir con los demás, sin encerrarse en su propio mundo, que los atormenta por los problemas que no pueden solucionar o las aspiraciones que no pueden concretar.
Si todo esto fuese realidad la vida sería mucho más fácil y grata.
Pero en fin la vida es como es gracias a como somos nosotros, o lo que somos nosotros es gracias a como la vida es… no lo se
Solo se, que aquellos que sean capaces de soportar y cambiar estas injusticias podrán obtener la sabiduría que solo los merecedores de ella recibirán al final,
Cuando hayan jugado la última carta, antes de que el corazón deje de latir, en ese instante en que vemos como una película lo que fue nuestra vida, es ahí, justo ahí donde la gloria se hará presente
Y llenará el espíritu de satisfacción
Ese es el premio que recibe aquel que decidió enfrentar la vida en vez de arrancar cobardemente a la muerte
Es por todo esto que felicito a todos los valientes que cada día se levantan optimistas y con ganas de cambiar el mundo, porque son ellos los que al final disfrutarán del tan anhelado premio, al cual llamo sabiduría.