martes, 3 de febrero de 2009

El último suspiro


Frágil…
Así te veo. Así te siento.
Recostado sin vida en mi regazo.
Resisto unos instantes, mas no puedo contener mis lágrimas otro segundo.

Te acaricio con suavidad y cuidado.
Y ahí sentada con hipnosis contemplo la escena.

Te hablo, me confieso y anhelo que me percibas,
pero ya no queda nada.

Me niego a aceptarlo.
Aún te escucho, y tú me ves.
Entonces ¿Qué nos separa?

Esto no tiene sentido
¿Acaso no estoy dormida?

Cuando al fin comprendo
que el llanto no retornará tus latidos,
resignada, me doy ánimo y continuo.
Debo proseguir con lo que falta.

Un último esfuerzo por ti
y la amilanada paz para mi.